Fíjate porque es muy sencillo.
Atiende.
Se bueno.
Sí, ya lo sé.
Parece sencillo cuando lo dices, pero hacerlo bien no es tan fácil.
Mira.
Ser buen networker implica mucho más que hacer bien tu trabajo.
O ser profesional.
O educado.
¿Quieres saber todo lo que implica ser un buen networker para potenciar tu red de contactos? Te lo contamos en este post.
¿Hace falta ser un ejecutivo para ser un buen networker?
No, hacen falta dos cosas principales.
Ser profesional y tener un gran deseo de solucionar los problemas de los demás.
Y para eso no necesitas ir puerta por puerta vendiendo tus servicios.
Una de las mejores formas de venderte es que lo hagan los demás.
Y esa es una de las mejores estrategias para un networker.
Debes esforzarte por dejar una impronta valiosa y sincera en cada uno de tus contactos.
Eso hará que te recomienden a sus contactos de segundo y tercer grado y de esa manera llegues a clientes a los que ahora mismo no tienes acceso.
Cuando te esfuerzas por dar un buen servicio y generar satisfacción por encima de todo a aquellos que confían en tu experiencia y capacidades como solución a sus problemas estás creando una relación altamente beneficiosa.
Creas notoriedad, ya que cada vez que alguien habla de ti positivamente estás consolidando tu marca y tu autoridad dentro de tu sector.
Imagina que eres un mecánico experto.
Y ahora le arreglas una avería del motor a un conocido.
Queda tan satisfecho de tu servicio que cada vez que sale el tema te recomienda a sus contactos, conocidos, compañeros y familiares.
Esa es la mejor publicidad.
El testimonio directo de un cliente satisfecho.
En Kairo Club de Negocios usamos el networking para promover ese tipo de relaciones.
Eventos en los que se reunen profesionales con un interés sincero en ayudar a quien asiste.
El buen negocio del networker
Decía Facundo Cabral que «si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos, aunque fuera por negocio».
Hace algún tiempo oí a un supergurú decir:
«Ser bueno es buen negocio».
Y para un networker esa frase debería tener todo el sentido del mundo.
Cuando hablamos de ser buenos no solo hablamos de ser buenos profesionales.
Eso se nos presupone a todos aquellos que vendemos productos y servicios como medio de vida.
Si alguien no es buen profesional, no vende un buen producto o no se deja la piel para dar un buen servicio, esa debería ser su prioridad, incluso por encima de hacer networking.
¿Para qué quieres hacer networking si no puedes atender de la mejor manera a aquellos clientes que lleguen a tu puerta?
Al margen de este detalle, que sabemos que no es el caso, el networker debe ser bueno en su actitud en general, pero en su actitud para con aquellos que le rodean en particular.
Eso favorece que si tratamos de forma cordial a aquellos que nos rodean, nos preocupamos por ellos y sus necesidades podremos ofrecerles las soluciones, sea en forma de producto o servicio, o sea en forma de un contacto que pueda ayudarles.
Y ese es el mejor negocio.
Porque cuando solucionamos el problema de una persona recomendando los servicios de otra es cuando realmente estamos haciendo networking.
Ese es realmente el sentido de una red de contactos profesionales.
Ofrecer soluciones incluso por encima de nuestros conocimientos, a través de los conocimientos de terceras personas de nuestra red.
Eventos donde ampliar tu red de profesionales y crear una gran conciencia de ayuda.
Mentalidad del networker
Esto que puede parecer una frase rara en su concepto tiene todo el sentido del mundo en el networking.
Cuando hacemos networking procuramos aportar a la gente que nos rodea, ayudarla a «construir».
Si buscamos siempre ser los más listos de la sala estamos buscando un lugar donde rodearnos de gente a la que consideramos inferior y destacar.
Aunque pueda parecer interesante cuando alguien quiere posicionarse como autoridad esta actitud proviene de una mentalidad pobre.
Mira.
Quien piensa que es el más listo de la sala probablemente no crea que puede aprender de aquellos que le rodean, por lo tanto no les escuchará y perderá cientos de oportunidades de crecer y aprender.
Por otra parte quien busca rodearse de gente más inteligente, más lista y con mayores capacidades tiene una mentalidad empresarial de crecimiento que le permitirá generar un crecimiento, tanto interno como a nivel de proyecto.
Por eso.
Intenta siempre rodearte de gente que te permita crecer y no limites esa posibilidad por un deseo de importancia.
Seguridad del networker
Una de las características del buen networker es que se mueve con soltura en los espacios de networking.
¿Es acaso un ser de luz que no tiene inseguridades ni puntos débiles?
¿Personifica la perfección?
Nada más lejos de la realidad.
El buen networker es, como dice nuestro CEO, Jose Rico, aquel que da una patada a sus inseguridades, entierra las ideas preconcebidas, y se pregunta como puede ser más útil para impactar de forma positiva en aquellos que se encuentra en el camino.
Y es que si te paras a pensarlo todos tenemos fortalezas o talentos que complementan a los que nos rodean.
Lo importante del networking es ser conocedor de esas fortalezas para poder ofrecerlas a quienes las necesitan y de esa forma poder reforzarles.
Y funciona igual que una gota de agua que cae en un estanque, crea una reacción en cadena en todos los que nos rodean que hacen que sean mejores simplemente por estar al lado nuestros y beneficiarse de lo que aportamos.
En ocasiones esas fortalezas son tan importantes que hay gente que pagaría por ellas, sin embargo al hacer networking recuerda, no buscas el factor venta, lo que te mueve es la posibilidad de impactar positivamente.
Y eso no puedes conseguirlo si pones precio a tu ayuda.