¿Desayunar o no desayunar?
La verdad es que no hay una única respuesta a esta pregunta ni una receta exacta, ya que nuestro desayuno depende de muchísimos factores, como, por ejemplo, el deporte que vayamos a realizar, cuándo hicimos la última comida, o incluso qué más vamos a comer a lo largo del día. Además, nuestro desayuno variará en función de nuestros gustos personales. De ahí, que muchas personas no puedan tomar algo salado, mientras otras no pueden comenzar el día con algo dulce.
Es popularmente conocido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día, principalmente por ser el primer aporte de energía, tras un largo período de ayuno.
Aunque el desayuno depende de muchos factores y gustos, queremos compartir contigo algunos consejos para ayudarte a tomar la mejor decisión y la que más se ajuste a ti. Si has pensado en realizar un entrenamiento intenso en la mañana, procura realizarlo antes de desayunar en ayunas o cuando hayas podido garantizar la correcta digestión del desayuno.
¿Tienes una celebración a lo largo del día y estimas que vas a comer de más? En ese caso, te invitamos a realizar un desayuno muy ligero para equilibrar la ingesta diaria de calorías. Una buena opción para esta situación podría ser una ensalada o algunas verduras asadas o fruta.
¡Escucha a tu cuerpo y come sólo cuando tengas hambre!
En vez de forzarte a ingerir alimentos, así garantizamos el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Trata de evitar los hidratos refinados, como pan blanco, bollería, cereales industriales. Y también, evita el consumo excesivo de lácteos y grasas saturadas, que pueden dificultar la digestión.
Ahora te animamos a probar las siguientes opciones:
– Tostada de pan integral con jamón, queso fresco o huevo, tomate y un yogur con frutas o frutos secos
– Chia pudding con fruta de temporada, semillas y frutos secos.
– Rebanada de pan integral con medio aguacate, dos huevos poché y ensalada verde, acompañada de una infusión a gusto.
¡Te deseamos un delicioso desayuno!
Jorge Martín