“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida” Confucio (551 – 478 A.C).
Parece que no es algo nuevo lo de “vivir de tu pasión”, pero somos muchas las personas que nos vemos incapaces o que sufrimos sobremanera para “detectar” aquello en lo que realmente somos buenos, nos gusta y le podemos sacar un dinero que nos permita tener la calidad de vida que creemos merecer.
Los miedos, las indecisiones, la incertidumbre, el panorama actual, la procrastinación, el no sentirse suficientemente preparado, la búsqueda de la perfección… anclas que no permiten que zarpe la nave que transporta nuestra creatividad.
Tonny Robbins (uno de los más reconocidos coach y speaker motivacional del mundo) tiene una frase que me pone los “pelos como escarpias” cada vez que la escucho o pienso en ella: “Los problemas económicos no se resuelven con dinero, si no con ideas”. Y es que es así de sencillo. Jamás nadie encontró la solución a un problema pensando en el problema si no concentrándose en la solución.
¿Cuánto tiempo desperdiciamos buscando las escusas que hagan sentir “coherente” nuestra falta de resultados? ¿Y si en lugar de malgastar ese tiempo en justificar todo lo que no puedes hacer te concentres en lo que si puedes? ¿Cómo cambiaría esto tu vida y tus resultados, incluido el económico?
Como funciona…
El funcionamiento de nuestro cerebro, aunque complejo, es muy básico en cuanto a objetivos. Por una parte, está la supervivencia, que regula en muchos casos nuestras decisiones (mayoritariamente inconscientes) que garantizan la continuidad de nuestra existencia. Por otro lado, está la coherencia, es decir, justificar (creemos que racionalmente) nuestras decisiones y acciones que suceden básicamente debido a nuestras creencias.
Si no cambiamos esas creencias, es decir, seguimos pensando igual a pesar de los resultados que estamos obteniendo, no vamos a abrir ninguna posibilidad a que nuestro presente y futuro cambien.
El gran Albert Einstein definió la locura, como el hecho de hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes, pero nosotros pensamos que es racional, justificado hacer lo que siempre hemos creído que teníamos que hacer.
¿Quieres resultados diferentes? (Ya veremos si buenos o malos, eso dependerá de otras cosas) empieza a pensar diferente. Ese es el primer paso. Y, desde luego, no vas a poder escuchar la melodía de la vida si no acallas primero el ruido cotidiano que te rodea.
Para llamar la atención de tu “musa”, de tu inspiración de esa creatividad, que está mucho más cerca de lo que te piensas, tienes que buscar el entorno adecuado.
Éxito = Preparación + Oportunidad, y el único factor en el que podemos influir es en la preparación (aunque si no buscas la Oportunidad va a ser difícil que llegue, recuerda el burro y la flauta).
¿Sabes cuál es el entorno adecuado para despertar tu creatividad? Seguramente está esperando en tu inconsciente, empieza relajándote y a ver que pasa. Deja de pensar en los problemas y busca mas allá.
Una vez que tengas localizada tu fuente creativa enfócala en ayudar a los demás. Sin duda una de las cosas más satisfactorias que te puede suceder como profesional es que, además de pagarte, te den las gracias.
Concéntrate en el “dar”, en cómo tu “don” puede ayudar a otros a cumplir sus expectativas. Así y solo así encontraras el camino.
Recuerda: “No es lo que sabes, es lo que haces con lo que sabes”.
Buena travesía.
Charly Relaño