Dicen que el amor es la energía que mueve el universo, y puede que sea verdad, algo hay que nos une, que nos atrae, que nos lleva a hacer o no, las cosas y que de una manera inconsciente nos unen o nos separan de otras personas con sus propias energías.
Como tantas cosas en la vida, no se puede dar lo que no se tiene.
Cuando hablamos de amor tenemos que pensar en el más básico de todos, en la raíz de la existencia, en el amor a la persona mas importante que existe…. Tu mismo.
Se habla del amor de pareja, del amor a los hijos, incluso a las mascotas que a veces se les quiere tanto o mas que a las personas… pero poco se habla del auto-amor, que otros llaman amor propio y que muchos confunden con orgullo y su connotación negativa.
Se nos ha dicho que está mal pensar en ti mismo como primera opción, que eso se llama egoísmo y es malo…
yo me pregunto, ¿si alguien se está ahogando en una piscina porque no sabe nadar y yo me tiro a salvarle y tampoco se nadar, que puede pasar? ¿Puedo dar amor si yo no me quiero, si no me respeto, si no soy siempre mi primera opción? ¿Y si doy mi amor y no me guardo algo para mi?
¿Cuántas veces nos hacen daño porque damos amor a aquel que no se lo merece, o no lo quiere, o no esta preparado/a?
Nos obsesionamos en buscar fuera lo que está dentro, aunque a veces muy escondido.
Cuida tu amor, conviértelo en pasión que es el amor superlativo. Pasión por ti mismo por lo que puedes conseguir, por quién eres.
El amor tiene una característica muy peculiar, y es que, cuanto más se da, más se tiene.
Siempre y cuando te quieras podrás regenerar ese amor. Y ahí entra la pasión, pasión por lo que haces, pasión por el “para qué” lo haces.
Ponte de pie delante del espejo y dite todo lo que te quieres, lo que supones en este universo sin explorar de amor incondicional, de energía infinita que fluye sin cesar.
Hay amor para todos, pero no todos están preparados para el amor. Se pide respeto, pero no se tiene respeto hacia los demás, ni siquiera hacia nosotros mismos.
Si tú no te respetas, ¿cómo vas a ser capaz de respetar a los demás? ¿y cómo vas a ser capaz de pedir su respeto?
Todo empieza por ti. Siembra en tu interior la semilla del amor y florecerá para dar frutos como nunca antes hayas podido imaginar. Pero recuerda, asegúrate de ser el primero en comer de esos frutos y en volver a replantar.
Si utilizamos todo el trigo para hacer pan y no guardamos semillas para la siguiente cosecha, el año que viene pasaremos hambre.
Muchas gracias. Te quiero, me quiero.
Charly Relaño