Elevator pitch: cómo presentarte en 60 segundos

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Hay momentos que valen por una campaña entera. Entras a un evento, alguien te presenta, todas las miradas se giran y tienes medio minuto para explicar quién eres, qué haces y por qué deberían volver a hablar contigo. No es una venta; es una puerta que se abre, o que se cierra, en 30–60 segundos. A eso le llamamos elevator pitch: una presentación breve, clara y memorable sobre tu propuesta de valor

Lo que un buen pitch sí hace (y lo que no)

Un elevator pitch no es tu currículum comprimido ni una lista de servicios dicha a toda velocidad. Su misión es más modesta y, paradójicamente, más ambiciosa: despertar interés y conseguir un siguiente paso (una reunión, un diagnóstico, una demo, un café con agenda). Si quien te escucha entiende en qué transformas la vida de tus clientes y puede repetirlo a un tercero, estás dentro.

Antes de construir el discurso, destílalo en una sola línea. Funciona como titular, y si no es nítido, el resto naufraga.

“Ayudo a [nicho] a conseguir [resultado] en/mediante [plazo o método].”

Ayudo a clínicas dentales a llenar agenda en 90 días con campañas locales” es más potente que “soy consultor de marketing”. Lo primero dibuja una escena y una promesa; lo segundo es una etiqueta.

La arquitectura del pitch

1) Presentación con promesa

Di tu nombre y tu rol, pero añade el “para qué”. “Soy Marta, consultora de procesos: ayudo a pymes industriales a entregar a tiempo.” Esa promesa coloca a tu interlocutor en el terreno del resultado, no del proveedor.

2) Enfoque: para quién trabajas

Acota. “Sobre todo fabricantes de 10 a 50 empleados” orienta la mente de quien escucha: sabrá si le encajas o si conoce a alguien que sí.

3) Problema y transformación

Cuenta qué dolor quitas o qué objetivo haces posible. “Reducimos retrasos y retrabajos para ganar margen y mejorar la satisfacción del cliente.” Son dos frases, pero describen un antes y un después.

4) Prueba breve

Un dato, un nombre (si puedes) o un antes/después. “En MetalNorte bajamos un 32 % los retrasos en ocho semanas.” La credibilidad se demuestra.

5) Próximo paso

Cierra con una invitación concreta y fácil. “Si te cuadra, agendamos 15 minutos y te enseño el plan.” Nada de “ya hablamos”: quién, qué y cuándo.

Cómo suena cuando está bien hecho

Servicios legales (45–60 s)
“Soy Ana, abogada de negocio. Evito sustos en contratos y cobros para pymes que exportan. Trabajo con fabricantes y distribuidores. Estandarizamos plantillas y cláusulas para vender fuera con seguridad. En tres meses, un cliente redujo un 40 % las incidencias de pago. Si te encaja, reviso tu contrato tipo y te propongo tres mejoras.”

Marketing B2B (30–45 s)
“Soy Carlos, growth marketer. Genero reuniones comerciales para empresas tecnológicas sin ampliar equipo. En DataCloud pasamos de 4 a 18 reuniones/mes en 90 días. ¿Te envío un diagnóstico rápido y vemos si hay encaje?”

Arquitectura/obra (45–60 s)
“Soy Luis, arquitecto técnico. Hago que reformas de 50–300 m² lleguen a tiempo y con presupuesto real. Coordino oficios, calendario y licencias. En Estudio Río recortamos 21 días de media por obra. ¿Vemos tu próximo proyecto en 15 minutos?”

Voz, ritmo y lenguaje: la mitad del mensaje

Un buen pitch se entiende y se recuerda. Para lograrlo, habla con ritmo natural, evita la jerga y usa verbos de acción. Mira a la persona, sonríe y respira: el silencio entre frases también comunica seguridad. Si notas interés (asentimientos, preguntas), profundiza; si no, termina con elegancia y abre la puerta a seguir en otro momento.

Escríbelo, sí, pero después habla. Grábate con el móvil, recita en voz alta y recorta hasta que puedas decirlo de un tirón, sin prisas, en 30–60 segundos. Ten una versión de 30″ (nombre + promesa + prueba + CTA) y una de 60″ (añade nicho y problema). No memorices palabra por palabra; memoriza ideas y orden.

El elevator pitch no es solo una herramienta… es una oportunidad

Una presentación clara y bien pensada puede abrirte muchas puertas.
En eventos de networking, en una entrevista, en una comida de negocios o incluso en un trayecto compartido con alguien que no esperabas conocer.

En KCN Club de Networking vemos a diario cómo un pitch bien hecho genera conexiones, recomendaciones y alianzas que marcan la diferencia.

Así que ya lo sabes:
No dejes tu presentación al azar.
Prepárala, ensáyala y haz que te recuerden.

¿Y tú? ¿Ya tienes preparado tu elevator pitch o aún estás dándole vueltas?

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