La organización mundial de la salud (OMS) ha llamado “Fatiga covid o pandémica” a un cansancio principalmente mental que afecta a toda la población independientemente de que haya sido contagiado o no por el virus.
Si uno se siente agotado, preocupado, irritable o frustrado, cambios que cursan con alteraciones del sueño, de la concentración o del apetito podemos estar ante este nuevo fenómeno psicológico.
En resumen, podemos ver a personas que han unido varios factores como son el nerviosismo, la falta de motivación y apatía o indefensión.
Llamamos indefensión aprendida, cuando pensamos que nuestro comportamiento no tiene consecuencias sobre la realidad o la sociedad. Es decir, que hagamos lo que hagamos no es importante para nadie, no hay repercusión directa.
Esto indica que tenemos una población que lleva 8 meses con límites a su movilidad, a su vida habitual.
Límites que han pasado de ser muy estrictos a más laxos dependiendo de dónde vivamos pero que las personas han sentido como arbitrarios en los últimos meses.
El inicio
Al principio, hubo un sentimiento de comunidad que fue diluyéndose a lo largo de los meses y de las medidas que se estaban adoptando desde las administraciones.
Esta fatiga puede acabar bloqueándonos y puede ser explicativa de muchos de los brotes que se están produciendo a nivel mundial.
En otras palabras, las personas cuando están cansadas tienden a bajar la guardia con respecto a las medidas de prevención y tienden a juntarse con otros sin respetar las medidas de seguridad, por ese deseo gregario de estar con los demás.
Esto a su vez produce más infecciones y que se endurezcan las medidas de prevención. Pero la población ahora las toma como exageraciones, ya que ha acabado minimizando la impresión del número de muertos diarios en su región, fenómeno que en psicología se conoce como “habituación”.
Recomendaciones generales
Las recomendaciones, serían: mantener un estilo de vida saludable con ejercicio físico y mental diario, a la vez que nos protegemos de las noticias permanentes relacionadas con el covid.
Aceptar los sentimientos que tengamos, es una fórmula necesaria para poder aliviarnos emocionalmente.
Por otro lado, tenemos que saber, que cada uno de nosotros lleva un negacionista dentro, y se produce porque somos nostálgicos de nuestra “antigua” normalidad. De nuevo, identificarlo restará saturación a nuestro estado anímico.
Por último, agradecer lo que se tiene, pensar la vida desde lo conseguido en nuestro recorrido vital, sin compararse y sin pensarse en términos de carencias.
No obstante, para que una norma sea cumplida, necesita de un clima social que haga legítimas dichas medidas.
Más aún cuando éstas son cambiantes en el corto plazo y en la geografía, por lo que la transparencia, publicidad y previsibilidad son condiciones mínimas para su realización.
Como conclusión, es lógico nuestro deber, de solicitar que se tome a la ciencia de la psicología social como elemento necesario e imprescindible desde las altas instancias de la toma de decisiones.
Sergio García Soriano.